En el marco del debate por la Ley de Despenalización del Aborto, se afirmó que el preservativo no protege contra los embarazos no deseados así como también se argumentó que no es un método eficaz para prevenir enfermedades de origen sexual. Diferentes instituciones sociales y organismos de Gobierno respondieron a estas afirmaciones erróneas y sostuvieron que el uso del preservativo es fundamental en la lucha contra el VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), y, asimismo, es clave para contribuir a hacer efectivos los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas.