El Día Mundial de la Diabetes (DMD) es la campaña de concienciación sobre la diabetes más importante del mundo. Fue instaurado por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1991, como respuesta al alarmante aumento de los casos de diabetes en el mundo. En 2007, Naciones Unidas celebró por primera vez este día tras la aprobación de la Resolución en diciembre de 2006 del Día Mundial de la Diabetes, lo que convirtió al ya existente Día Mundial de la Diabetes en un día oficial de la salud de la ONU.
Su propósito es dar a conocer las causas, los síntomas, el tratamiento y las complicaciones asociadas a la enfermedad. El Día Mundial de la Diabetes recuerda que la incidencia de esta grave afección se halla en aumento y continuará esta tendencia a no ser que emprendamos acciones desde ahora para prevenir.
En el Día Mundial de la Diabetes 2019, la Organización Panamericana de la Salud / OMS se une a la comunidad de salud pública de todo el mundo para promover que la diabetes puede ser prevenida y controlada. El tema de este año es La familia y la diabetes. Aproximadamente 62 millones de personas tienen Diabetes tipo 2 en las Américas y necesitan del apoyo de sus familias. Muchas personas con diabetes tipo 2 ni siquiera saben que la tienen.
Las instituciones instan a los enfermos a lograr el apoyo de sus familias para que comprendan los factores de riesgo y los signos / síntomas, y a buscar atención de emergencia oportuna si hay sospecha de diabetes. Se puede prevenir la diabetes mediante políticas de salud pública y cambios de estilo de vida saludable que promueven una dieta sana, actividad física, y un peso corporal saludable, y se puede controlarla para prevenir complicaciones.
La mejor recomendación es seguir un estilo de un estilo de vida saludable y el tratamiento.
¿Qué es la diabetes?
Los cambios en los hábitos alimentarios y en el estilo de vida en los últimos años se asocian a un incremento de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad a nivel mundial, lo que se relaciona, entre otras consecuencias, con un aumento sostenido en la prevalencia de diabetes.
La diabetes es una enfermedad crónica y metabólica caracterizada por la presencia de hiperglucemia resultante de un defecto en la secreción de insulina, que se manifiesta a partir de síntomas tales como: orinar en forma muy frecuente (poliuria), sed intensa (polidipsia), hambre excesiva (polifagia) y pérdida de peso con apetito conservado.
Inclusive, dependiendo del tipo de diabetes (luego veremos los tipos que existen), además de los síntomas previos, en el caso de los pacientes que presentan Diabetes tipo 1: Fatiga, irritabilidad; y en Diabetes tipo 2: infecciones frecuentes, visión borrosa, picazón, dificultad en la cicatrización de las heridas, etc.
Tipos de diabetes
Tipo 1, de aparición más frecuente en niños, adolescentes y adultos jóvenes, en la cual existe una predisposición genética y destrucción de las células beta pancreáticas (productoras de insulina), por anticuerpos y /o virus que determinan que el páncreas no produzca insulina o lo realice en forma insuficiente. Poseen un riesgo mayor de presentar diabetes tipo 1 los hermanos e hijos de personas con esta enfermedad.
Tipo 2, el cuerpo elabora insulina que no es correctamente utilizada (insulinorresistencia) y en cantidades inadecuadas, más común en mayores de 40 años. Esta es la clase de diabetes más común, la presentan el 90 % de las personas con esta patología, existe una marcada predisposición familiar a padecer la enfermedad, pero requiere la presencia de factores ambientales (obesidad, sedentarismo, etc). En este grupo la prevención primaria juega un rol preponderante.
Diabetes gestacional, de aparición durante el embarazo. Afecta alrededor del 4% de todas las mujeres embarazadas, se presenta con mayor frecuencia en madres con sobrepeso/obesidad y antecedentes familiares de diabetes. El haberla presentado implica un riesgo cercano al 70 % de presentar en años posteriores diabetes tipo 2.
Un paciente informado
Simples medidas como mantener una dieta saludable, controlar el peso y hacer actividad física, demostraron reducir su incidencia; y en el caso de pacientes que padecen la enfermedad, mejorar notablemente los parámetros.
Asimismo, la educación y los controles médicos periódicos son pilares fundamentales, ya que la prevención y el control de la diabetes dependen en gran medida de la participación activa del paciente.