La diabetes es una afección caracterizada por la alteración del metabolismo de la glucosa, proteínas y grasas, que puede derivar en complicaciones cardiovasculares, renales y neurológicas si no se gestiona adecuadamente. El tipo 2 es predominante, afectando al 90% de los pacientes, mientras que el restante 10% enfrenta la diabetes tipo 1.
Según datos publicados en la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada por el Ministerio de Salud de la Nación, 1 de cada 11 argentinos tiene glucemia elevada o Diabetes tipo 2 y de estos, aproximadamente, el 40% tienen asociadas enfermedades cardiovasculares o renales.
En tanto, desde la Federación Argentina de Diabetes (FAD) indican que entre el 12 y 13% de la población mayor de 18 años está afectada por esta condición, pero lo más alarmante, es que la mitad de ellas desconoce su condición.
El diagnóstico temprano es primordial, por ello la importancia de realizar exámenes de rutina anuales o bianuales, especialmente para aquellos con antecedentes familiares. A partir de los 35 años, el monitoreo anual de los niveles de glucosa se convierte en una práctica clave.
Diabetes en niños
La diabetes es la segunda enfermedad crónica más frecuente en la infancia después del asma. Por eso es importante prestar atención a los síntomas que se manifiestan en los más chicos y actuar para que se realice un diagnóstico temprano y un tratamiento que permita el mejor acompañamiento posible de la enfermedad.
Hay varios síntomas que son claves para generar un diagnóstico temprano, lo más frecuente es que los padres observen que los niños comienzan a tener más sed de lo habitual. A esto se suma una mayor frecuencia y cantidad de diuresis, despertándose de noche a orinar y a beber. En los niños pequeños, es común que aquellos que habían logrado dejar los pañales, vuelvan a orinarse en la cama.
Si estos síntomas pasan desapercibidos, comienzan otros más serios, como la pérdida de peso repentina, la deshidratación y un franco decaimiento. Esta etapa es crítica para realizar la consulta y el diagnóstico oportuno, ya que, de no hacerlo, comienza la descompensación diabética, con un cuadro de deterioro del estado general, vómitos, dolor abdominal severo y alteración del sensorio que pueden poner en riesgo la vida del paciente.
Factores de riesgo
La obesidad representa el principal factor de riesgo con un 52,2%. La dieta influye en un 25,7% en el desarrollo de esta enfermedad metabólica, especialmente debido al crecimiento abrupto del consumo de productos industriales en los últimos años.
La prevención es fundamental, se recomienda adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, baja en carbohidratos y rica en alimentos saludables. La práctica regular de ejercicio, el abandono del tabaco y la moderación en el consumo de alcohol, son componentes cruciales.
Fuente: Ministerio de Salud, Federación Argentina de Diabetes (FAD), Organización Panamericana de la Salud (OPS).