El cuidado de la salud bucal consiste en mantener la boca y los dientes sanos. Es importante que comience en la infancia, sino se corre el riesgo de tener caries, o en el peor de los casos, la pérdida de piezas dentarias.
¿Cómo hacerla? Una correcta limpieza de los dientes a la mañana, a la noche antes de dormir y durante el día luego de cada comida es necesaria para evitar la formación de la placa bacteriana que daña el esmalte de los dientes y produce caries y otras infecciones.
Cuidados en cada etapa de la vida
Alrededor de los seis meses, cuando aparecen los primeros dientes, es conveniente empezar a cuidarlos. Después del consumo de alimentos, se recomienda el uso de una gasa húmeda para limpiar la boca del bebé, presentando especial atención también a las encías. Es recomendable visitar al odontopediatra para comprobar el desarrollo correcto de la dentición.
En la adolescencia, de acuerdo a como van cambiando las dimensiones de la cavidad oral, es conveniente cambiar el cepillo de dientes y la pasta dentífrica infantil por productos para adultos. En la etapa adulta deben mantenerse de por vida los hábitos de higiene bucal adquiridos, junto con las revisiones periódicas del dentista.
Asimismo, en los intervalos entre las visitas regulares al dentista, hay pautas simples que se pueden seguir para reducir significativamente el desarrollo de caries, las enfermedades de las encías y otros problemas dentales:
- No compartir el cepillo de dientes, porque el sangrado de las encías puede transmitir enfermedades.
• Renovar el cepillo cada 3 meses.
• Evitar el consumo de golosinas y azúcares. De hacerlo, cepillarse los dientes enseguida.
• Lavarse tanto la superficie externa de los dientes como la interna y también la lengua; para remover las bacterias.
• Limpiarse entre los dientes todos los días con hilo dental u otro producto similar.
• No fumar ni masticar tabaco.
• Mantener una alimentación variada y equilibrada.
• Visitar al dentista al menos 1 vez al año.