En esta época del año, en el que estamos expuestos a altas temperaturas, es fundamental mantener una dieta a base de frutas, verduras y ensaladas. Es importante procurar incluir en los hábitos alimenticios la mayor variedad posible de frutas, por el alto contenido nutricional y las propiedades de cada una.
Frutas de verano
Existen ciertas frutas básicas para comer en verano, que de manera natural ayudan al cuerpo a mantenerse hidratado además de ser fuente de vitaminas para la prevención de enfermedades:
• Sandia: Es una de las frutas típicas del verano y con mayor contenido de agua (93%), por ello su valor calórico es muy bajo: apenas 30 calorías por cada 100 gramos; por lo que aporta una gran cantidad de dicho líquido, calmando la sed de las personas que la consumen. Contiene algunos minerales que se pierden más fácilmente por el calor, como es el potasio, necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal.
• Melón: Su bajo aporte en calorías y azúcar, así como su alta cantidad de agua, lo hace una fruta recomendada para niños, adultos e incluso para personas con diabetes. Cuenta con características antioxidantes, aportando vitamina A que ayuda a evitar la sequedad en las mucosas y en la piel; además previene manchas en la piel gracias a la eliminación de toxinas, ya que muchas de las manchas se deben a la manifestación de toxinas que se encuentran dentro de nuestro organismo. Además, su alto contenido en potasio (y bajo en sodio) potencia su acción diurética y favorece la eliminación de líquidos, contribuyendo a la prevención de enfermedades cardiovasculares, edema, hiperuricemia y gota.
• Manzana: Es una buena fuente de fibra soluble, la cual puede ayudar a mantener estables los niveles de colesterol y glucosa sanguíneos, por lo que también es útil en la prevención de la diabetes tipo 2 y de las enfermedades cardiovasculares. También, es fuente de vitamina C, la cual facilita la absorción del hierro, puede ayudar a disminuir la duración de los resfriados y actúa como antioxidante al ayudar a eliminar radicales libres del organismo.
Consumo de agua en verano, un factor clave
Cabe aclarar que en esta época del año, se recomienda consumir mucho líquido, preferentemente agua fresca durante todo el día, aun si no se tiene sed, así como también evitar el consumo de infusiones calientes, bebidas alcohólicas y aquellas con mucha azúcar. Como regla general por cada kilo de peso corporal se requieren 31.5 ml de agua, aumentando levemente su consumo con el aumento de las temperaturas (medio litro diario más sería suficiente).