Juventud y enfermedades mentales
La OMS expresa: “En la adolescencia y los primeros años de la edad adulta se producen muchos cambios: cambio de colegio o de hogar, entrada en la universidad o en el mundo laboral. Para muchos es una época apasionante, pero también puede ser causa de estrés o aprensión. En algunos casos, si no se reconocen y controlan, estos sentimientos pueden causar enfermedades mentales. El uso cada vez mayor de las tecnologías en línea, que sin duda aporta muchos beneficios, también puede generar tensiones adicionales, pues cada vez es mayor la conexión a las redes virtuales en cualquier momento del día o la noche. También hay muchos adolescentes que viven en zonas afectadas por emergencias humanitarias, como conflictos, desastres naturales y epidemias, y los jóvenes que viven estas situaciones son particularmente vulnerables a la angustia y las enfermedades mentales”.
Según datos que aporta la OMS, la mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años, sin embargo advierte que la mayoría de los casos ni se detectan ni se tratan. “Con respecto a la carga de morbilidad entre los adolescentes, la depresión ocupa el tercer lugar. El suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años. El uso nocivo del alcohol y de drogas ilícitas entre los adolescentes es un gran problema en muchos países y puede generar comportamientos peligrosos, como las prácticas sexuales de riesgo o la conducción temeraria. Otro problema son los trastornos alimentarios”, detalla la OMS.
Por otra parte la OMS, pone énfasis en: “El reconocimiento de lo importante que es ayudar a crear resiliencia mental, desde las edades más tempranas, para poder hacer frente a los retos que plantea el mundo actual. Cada vez son más numerosas las pruebas de que la promoción y la protección de la salud del adolescente es beneficiosa no solo para la salud a corto y a largo plazo, sino también para la economía y la sociedad, pues adultos jóvenes sanos podrán contribuir mejor a la fuerza laboral, a sus familias y comunidades, y a la sociedad en su conjunto”.
En la Argentina
Desde su sitio web el ex Ministerio de Salud de la Nación señala “a través de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones, se hace hincapié en la importancia de estimular los factores protectores que pueden ayudar a alcanzar un estado de bienestar y afrontar situaciones desfavorables, como así también, a priorizar el respeto y promover la dignidad de aquellos con padecimientos mentales. Además, se promueve la autonomía de las personas y la mejora de su atención, cuidado, y apoyo, con el fin de lograr una mejor calidad de vida, ayudando a reforzar los vínculos de quienes sufren algún padecimiento mental”.
Uno de cada tres argentinos mayores de 18 años presenta un trastorno de salud mental en algún momento de su vida. Los más frecuentes son el episodio depresivo mayor, seguido por el abuso de sustancias y las fobias específicas. Así se desprende de las conclusiones iniciales del primer Estudio Argentino de Epidemiología en Salud Mental, publicado en la revista científica Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology en marzo de 2018. Un dato relevante es que la edad media de aparición de algún trastorno son los de 20 años. Lo que habla de un inicio temprano de enfermedades psiquiátricas en la Argentina y de la necesidad de implementar programas de salud, y en ese sentido este estudio también señala la necesidad de mayores inversiones en programas de salud mental y en programas de prevención y detección.