¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas pueden ser diferentes y muy sutiles:
– Debilidad o sensación de que se duerme un lado de la cara, un brazo o una pierna, especialmente del mismo costado.
– Confusión al hablar.
– Problemas para hablar o entender lo que se le dice.
– Problemas para caminar.
– Mareos.
– Pérdida de equilibrio o falta de coordinación del cuerpo (por ejemplo, querer agarrar algo y no poder).
– Dolor de cabeza muy fuerte y repentino.
– Disminución de fuerza en un sector del cuerpo
– Colesterol alto
¿Qué podés hacer ante una persona con esos síntomas?
– Comprobá si la persona tiene dificultades para entender o hablar. Hablale para ver si te entiende y responde a tus órdenes.
– No dejes sola a la persona. Tranquilizala y mantenete tranquilo.
– Llamá a Emergencias o llevala a una guardia médica si está cerca.
– Cuanto más rápido reciba asistencia médica, aumentan las probabilidades de que la persona se recupere y/o solo le queden secuelas leve
Los factores de riesgo:
- La diabetes
- La hipertensión arterial
- La obesidad
- El sedentarismo
- La ausencia o escasez de una dieta balanceada que incluya verduras, frutas y pescados
- El estrés
- La falta o práctica inadecuada de actividad física
Factores de prevención:
- Realizar una actividad física acorde a la edad y cuerpo de cada persona
- Mejorar la calidad de vida
- Caminar
- Generar un cambio filosófico personal
- Brindarle más tiempo a la familia
- Leer
- Disfrutar de actividades al aire libre
- Chequeo médico preventivo
- Control de la presión arterial y el colesterol.
Consejo: visitá a tu médico
Un control anual va a servirle a tu médico para saber si tenés riesgo de sufrir un ACV y ayudarte a reducirlo.
Adoptá los hábitos saludables que te aconseje el médico: actividad física sostenida, alimentación sana, consumo de frutas y verduras, y reducir el consumo de sal, entre otros.
Ante estos síntomas se debe recurrir inmediatamente al médico. Pero también para chequeos y controles de presión arterial y colesterol que pueden prevenir el ACV. Estos análisis son poco cruentos y se realizan con ecografías, angiodigital y angioresonancia.