El golpe de calor se produce por la pérdida de agua y sales esenciales que el cuerpo humano necesita para el buen funcionamiento. En caso de que aparezcan síntomas es importante concurrir al médico; intentar baja la temperatura del cuerpo con paños fríos o con un baño de agua helada; ingerir agua; permanecer en un lugar fresco y ventilado y no consumir medicamentos antifebriles.
Si bien cualquier persona puede sufrir un golpe de calor, los más vulnerables son los bebés, los niños pequeños, los mayores de 65 años de edad y quienes padecen enfermedades crónicas, respiratorias o cardíacas; hipertensión arterial; obesidad y diabetes.
Síntomas
Entre los síntomas del golpe de calor, pueden presentarse: fiebre, escalofríos, sed intensa, sensación de calor sofocante, piel seca, dolor de estómago, falta de apetito y náuseas, dolor de cabeza, mareos, desorientación, debilidad, calambres, baja presión, pulso acelerado, desmayo y cambio de carácter.
En los bebés, también puede observarse la piel irritada por la transpiración en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y en la zona del pañal, irritabilidad y llanto.
Consejos útiles para prevenirlo
Para impedir un golpe de calor en zonas y/o épocas de altas temperaturas, es importante:
– Evitar la actividad al aire libre en las horas de más calor (entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde).
– Evitar esfuerzos físicos innecesarios y la actividad física intensa.
– Bajar las persianas para impedir el contacto directo con el sol y permanecer en lugares frescos y ventilados.
– Beber entre dos o tres litros de agua por día, salvo indicación médica.
– Evitar las bebidas alcohólicas ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido. No es conveniente tomar cerveza ante la sed y el calor.
– No tomar café, ni té ni bebidas muy azucaradas.
– Evitar bebidas muy frías o muy calientes.
– Comer liviano. Las frutas y las verduras ayudan a recuperar las sales perdidas. Evitar comidas pesadas.
– Usar ropa liviana y de color claro. Utilizar calzado liviano. Evitar el uso de corbata.
– Protegerse del sol con sombrero, si fuera necesario. Procurar estar a la sombra.
– Tomar duchas tibias o refrescarse los pies, brazos y cara con agua.
El caso de los chicos
– No esperar que pidan agua. Ofrecer continuamente líquidos, especialmente jugos naturales. En el caso de lactantes ofrecer el pecho de manera más frecuente.
– Vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o incluso desvestirlos.
– Bañarlos y mojarles el cuerpo con frecuencia.
– Proponer juegos tranquilos evitando que se agiten.
– Evitar que se expongan al sol especialmente en el horario del mediodía o bien, protegerlos de sus efectos si no se puede impedir la exposición con el uso de ropa adecuada (sombreros, ropa de manga larga) y protectores solares adecuados.
– Mantenerlos en lugares bien ventilados o bien con aire acondicionado (ya sea en casa o lugares públicos) cuando la temperatura ambiente es muy elevada.
– Nunca permanezca con ellos dentro de un vehículo estacionado y cerrado.
Qué hacer si ocurre un golpe de calor
Ante un golpe de calor es importante actuar rápidamente. Se debe intentar bajar la temperatura del cuerpo de la persona afectada con hielo o con un baño en agua helada.
También se debe ofrecer agua fresca (o incluso agua con una cucharadita de sal), trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado, no administrar medicamentos antifebriles y no friccionar la piel con alcohol.
El golpe de calor puede ser muy grave, en especial para los bebés y niños pequeños. Por eso, ante los primeros síntomas no demore en consultar al médico o acercarse a un centro de salud.