Los riesgos de usar inadecuadamente las mochilas van desde dolores y contracturas en la espalda, hombros y cuello hasta cambios de postura y lesiones permanentes en la columna vertebral. Aunque los motivos que provocan estas consecuencias son diversos, los especialistas indican que el peso de la mochila es el principal factor.
Además del peso, debe tenerse en cuenta el diseño de la mochila, cuyo tamaño tiene que ser acorde al de la espalda del niño, contar con correas lo suficientemente gruesas para evitar lesiones en los hombros y preferentemente un cinturón para mejorar la distribución del peso.
Cabe aclarar que siempre deben utilizarse las dos correas a la vez en lugar de una sola como acostumbran muchos chicos, lo que genera el riesgo de torcer su columna y alterar la postura, y ajustar los tirantes hasta que la base de la mochila descanse apenas por encima de la cintura.
Cómo saber si la mochila es muy pesada
- Si supera el 10% del peso corporal del niño
- Si el niño acusa dolores de espalda, hombros o cuello
- Si el chico cambia de postura cuando se pone la mochila, inclinándose hacia adelante para compensar el peso
- Si se le enrojecen los hombros en los puntos de presión de las correas
Consejos
- Usar mochilas con rueditas
- Asegurarse de que las correas sean acolchonadas
- Usar las dos correas a la vez
- Contar con una tercera correa a la altura de la cadera
- Ajustar los tirantes de las correas para que la mochila quede apenas arriba de la cintura
- Garantizar que el tamaño de la mochila guarde proporción con el tamaño de la espalda
- Ubicar cerca de la espalda los elementos más pesados