La contaminación cruzada es la transferencia de bacterias peligrosas de un alimento a otro. Las bacterias que generalmente se encuentran en los alimentos son eliminadas en su mayoría durante la cocción o el lavado, en el caso de las frutas y verduras, pero si estos alimentos una vez cocidos o lavados se ponen en contacto con alimentos crudos (carnes, pescados) o sin lavar (vegetales, frutas, etc.) se pueden recontaminar.
Por este motivo es muy importante evitar la contaminación cruzada entre los alimentos crudos y los alimentos cocidos o listos para consumir, ya que estos últimos al no requerir una cocción posterior que elimine las bacterias pueden ser vehículo de enfermedades.
Asimismo, hay que tener en cuenta que las bacterias pueden pasar de un alimento a otro por contacto directo entre ellos o sus jugos o a través de las manos de las personas que los manipulan, los utensilios usados durante su preparación (tablas de picar, cuchillos) o las superficies que entran en contacto (mesas, mesadas y alacenas).
Si cuando se manipulan los alimentos no se toman Ias medidas higiénicas apropiadas, se corre el riesgo de contraer las denominadas Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETAs).
Se trata de enfermedades que resultan de la ingestión de alimentos o agua contaminados por agentes biológicos, químicos o físicos, en cantidades suficientes como para afectar nuestra salud. En general el tiempo trascurrido hasta que se manifiesta Ia enfermedad varía de acuerdo al tipo de contaminación.
Los síntomas más comunes son diarreas y vómitos, pero también se pueden presentar: dolores abdominales, dolor de cabeza, fiebre, ojos hinchados, dificultades renales, etc.
Hay que tener en cuenta que Ia población más susceptible a estas enfermedades son los ancianos, las mujeres embarazadas, los niños y aquellas personas que poseen las defensas bajas.
Por este motivo es fundamental tomar medidas para evitar la contaminación cruzada entre alimentos y en el caso de padecer alguno de estos síntomas, consultar a un profesional de la salud.
Entonces, se recomienda:
- Separar siempre las carnes crudas de los alimentos cocidos o listos para consumir durante su almacenamiento y preparación.
- Lavar siempre las manos con agua y jabón entre la manipulación de los alimentos crudos y cocidos o listos para consumir.
- Cuando se realizan las compras, guardar los productos como carnes, aves y pescados en bolsas separadas del resto de los alimentos. También separar los productos de limpieza de los comestibles.
- Colocar las carnes crudas en recipientes cerrados, en la parte inferior de la heladera o bien en el sector de la misma que el fabricante haya destinado a las carnes.
- Usar recipientes y utensilios diferentes (fuentes, cuchillas y tablas de cortar), para manipular alimentos crudos y cocidos, o bien, lavarlos minuciosamente entre uso y uso.
- Mantener todas las superficies, equipos y utensilios limpios.