La caries dental es la enfermedad bucodental más común. Entre el 60% y el 90% de los escolares de todo el mundo la padecen y en muchos casos la falta de atención profesional oportuna y la alimentación e higiene inadecuadas llevan a la pérdida de dientes y a infecciones, algunas muy graves. También la gingivitis, que es la inflamación y el sangrado de las encías, si no es tratada en tiempo y forma, deriva en la periodontitis, que es la destrucción del hueso que soporta al diente.
Las cuatro enfermedades crónicas más importantes -enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes- comparten factores de riesgo con las enfermedades bucodentales, porque son causadas por malos hábitos alimentarios, el tabaquismo y el consumo nocivo de alcohol.
Pero un factor de riesgo fundamental es la higiene bucodental deficiente. En la saliva están las bacterias que se adhieren a los dientes, desmineralizan la superficie del esmalte y crean una película de ácido que se llama placa bacteriana. Si esta placa no se remueve frecuentemente puede dañar la capa del esmalte y causar caries; también puede afectar las encías inflamándolas y enrojeciéndolas. Por eso es importante lavarse los dientes después de cada comida.
Prevención
• Es fundamental cepillarse al menos dos veces por día los dientes. Son recomendables las pastas dentales con fluoruro. El cepillado debe incluir la encía y la lengua.
• No se debe compartir el cepillo de dientes para evitar el contagio de infecciones.
• El cepillo se debe cambiar cada 3 o 4 meses y también antes, si tiene las puntas de las cerdas gastadas o dobladas.
• El cepillo requiere de ciertos cuidados. Luego de usarlo se lo debe enjuagar con mucha delicadeza bajo el agua corriente y debe ser guardado en posición vertical con las cerdas hacia arriba. No debe estar en contacto con otros cepillos.
• El uso del hilo dental es muy importante porque las bacterias que causan las caries pueden vivir entre los dientes, en lugares donde las cerdas del cepillo no llegan.
• A la vez, el enjuague bucal llega a rincones de la boca donde ni el cepillo ni el hilo dental tienen acceso.
• La dieta balanceada ayuda al cuidado de los dientes. Se deben evitar las golosinas y las bebidas carbonatadas con azúcar, el tabaco y el alcohol. Es recomendable masticar bien los alimentos para que no se depositen restos entre los dientes.
• Las personas que han perdido los dientes deben cepillar siempre las encías con un cepillo muy suave. Se recomienda enjuagar la boca con agua tibia con una cucharada de sal.
• Es recomendable consultar periódicamente al dentista. Una limpieza regular de los dientes practicada por el odontólogo remueve la placa que puede acumularse aun con el uso cuidadoso del cepillo y el hilo dental.
Signos de la enfermedad periodontal
• Enrojecimiento de las encías.
• Aparición de abscesos en la encía, con supuración y mal aliento.
• Algo de sangrado de las encías al cepillarse o espontáneamente.
• Aumento de la sensación dentaria al frío.
• Retracción de las encías con sensación de dientes de dientes más largos y huecos entre ellos.
• Movilidad de los dientes.
Detección temprana del cáncer bucodental
De cada 100 cánceres de diferentes partes del organismo de 3 a 5 son de la boca. El cigarrillo y el alcohol son los principales factores de riesgo; también el papiloma virus humano. Juntos, incrementan 4 veces la posibilidad de desarrollar cáncer. A la vez, las personas que padecen enfermedades en las encías tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Los odontólogos tienen un papel clave en la detección temprana de esta enfermedad al examinar a sus pacientes. La consulta oportuna es fundamental.