La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda que ocurre con mayor frecuencia en los meses de otoño-invierno y se presenta sobre todo en menores de 1 año. Puede ser causada por distintos virus; el más común es el Virus Sincicial Respiratorio (VSR).
Afecta las vías aéreas pequeñas (inflamación de los bronquiolos), provoca distintos grados de dificultad para respirar y se manifiesta con agitación, tos, decaimiento, dificultad para alimentarse o dormir.
Cabe destacar que los bebés menores de 3 meses corren mayor riesgo de contraer bronquiolitis porque sus pulmones y su capacidad para combatir infecciones aún no están completamente desarrollados. En raras ocasiones, los adultos pueden contraer bronquiolitis.
Cómo prevenir la bronquiolitis y otras infecciones respiratorias
Los virus que causan infección respiratoria aguda se transmiten de una persona a otra por el contacto directo entre las manos y superficies contaminadas, y a través de las secreciones nasales o las gotitas de saliva que viajan por el aire cuando una persona enferma habla, estornuda o tose.
Las siguientes medidas contribuyen a prevenir las infecciones respiratorias:
- Mantener la lactancia materna
- Cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación
- No exponer a los niños al humo del cigarrillo ni de braseros o estufas a leña
- Higienizar frecuentemente, con agua y jabón, los elementos del bebé (chupetes, juguetes) y las superficies donde se lo cambia o donde se preparan sus alimentos
- Practicar el lavado de manos frecuente, a los niños y a los convivientes, con agua y jabón. Se puede reforzar la higiene con alcohol en gel
- Ventilar los ambientes de la casa al menos una vez al día
- Mantener alejados a los bebés de las personas que están resfriadas o tienen tos
- Si los cuidadores principales tienen alguna infección de las vías respiratorias deben lavarse las manos, especialmente antes de alzar, cambiar o alimentar al bebé. Pueden usar el tapaboca como medida de apoyo, para evitar el contagio por secreciones
- No se debe colocar tapaboca en los niños menores de 2 años
- En los niños con más riesgo de bronquiolitis grave (menores de 3 meses, prematuros, con enfermedades crónicas) no está recomendada la asistencia al jardín maternal
Cuándo debo consultar al médico:
-Tiene la piel, los labios y las uñas azulados o grisáceos debido a niveles bajos de oxígeno
-Se esfuerza por respirar y no puede hablar ni llorar
-Se niega a beber lo suficiente o respira demasiado rápido al comer o beber
-Respira muy rápido (en bebés esto puede ser más de 60 respiraciones por minuto) con respiraciones breves y superficiales
-No puede respirar con facilidad y las costillas parecen succionar hacia adentro cuando el bebé inhala
-Produce una sibilancia al respirar
-Emite ruidos similares a un gruñido con cada respiración
-Parece débil o muy cansado, o se mueve con lentitud
Complicaciones:(requiere hospitalización)
-Poco oxígeno en el cuerpo
-Pausas en la respiración, que es más probable que ocurran en bebés prematuros y de menos de 2 meses
-No poder beber líquidos suficientes. Esto puede provocar deshidratación, cuando se pierde demasiado líquido corporal.
-No poder recibir la cantidad necesaria de oxígeno. Esto se conoce como insuficiencia respiratoria.
Vacunas y medicamentos
No hay vacunas para evitar las causas más comunes de la bronquiolitis (virus respiratorio sincicial y rinovirus). Sin embargo, se recomienda recibir una vacuna contra la gripe todos los años para los mayores de 6 meses.
En la actualidad se dispone de un anticuerpo especial (llamado Palivizumab) que se aplica durante los meses del invierno, para prevenir internaciones en los niños menores de 1 año que fueron prematuros de muy bajo peso al nacer y en aquellos con cardiopatías congénitas.
Al no existir tratamientos para el virus (no hay jarabes ni antibióticos), es fundamental controlar que el compromiso respiratorio no afecte la oxigenación normal y asegurarse de que el bebé pueda alimentarse e hidratarse lo suficientemente bien, pese a la dificultad respiratoria.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación, Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Organización Mundial de la Salud (OMS).