Cada 31 de marzo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Colon con el objetivo de
concientizar sobre la importancia de adoptar hábitos saludables para su prevención,
como así también la relevancia que tiene su diagnóstico precoz.
Este tipo de cáncer es el tercero en incidencia, luego del cáncer de mama y próstata;
y el segundo de mayor mortalidad, luego del cáncer de pulmón.
Sin embargo, es uno de los cánceres más factibles de prevenir y de curar ya que tiene
una lesión precursora, el pólipo adenomatoso, de lento crecimiento, cuya detección y
extirpación mediante colonoscopia permite disminuir eficazmente su incidencia.
Cuando es detectado en una fase temprana, las posibilidades de curación son
superiores al 90% y los tratamientos son menos complejos. La progresión del pólipo es
lenta y se estima en más de 10 años, lo cual favorece las posibilidades de detección.
El 75% de los casos son esporádicos a partir de pólipos adenomatosos, un 20 a 25% por
predisposición familiar y el 5% restante son de origen hereditario.
¿Cómo prevenirlo?
Existen hábitos y costumbres que ayudan a prevenir la aparición de esta enfermedad,
aumenta su incidencia el elevado consumo de carnes rojas, de grasas saturadas,
consumo de tabaco y alcohol, obesidad y sedentarismo. En contrapartida, disminuye su
incidencia el consumo de antioxidantes, frutas y vegetales, una dieta rica en calcio y
fibras.
¿Cuáles son sus síntomas?
Suele presentar síntomas en el curso de la enfermedad tales como: alteraciones en el
ritmo evacuatorio, esto quiere decir que se empieza a ir con más frecuencia de cuerpo o
hay períodos de constipación o de diarrea. Asimismo, otros de los signos para estar
alertas pueden ser: anemias, dolor abdominal, pérdida de peso, deterioro de estado
general, coloración amarillenta en la piel.
¿Quiénes integran el grupo de riesgo?
El grupo de riesgo promedio, que comprende entre un 70 y 80%, son personas a partir de
50 años sin factores de riesgo. El 90% de los casos se presenta en mayores de esta
edad.
Los principales predisponentes para desarrollar cáncer colorrectal son la edad, los
síndromes hereditarios, la historia personal o familiar de cáncer colorrectal esporádico o
pólipos adenomatosos y la enfermedad inflamatoria intestinal.
¿Cómo puede detectarse?
Los métodos de comprenden:
Colonoscopía: es el método más eficiente para la detección de lesiones precursoras.
Provee diagnóstico y tratamiento de lesiones.
Test de sangre oculta en materia fecal: detecta hemoglobina humana. Si es positivo se
debe realizar colonoscopía.
Rectosigmoidoscopía: se realiza cada 5 años y evalúa sólo el colon izquierdo.
Se recomienda que aquellas personas sin factores de riesgo se realicen una colonoscopía
a partir de los 50 años, para ambos sexos. Además, las personas con factores de riesgo
deben consultar con su médico de cabecera o gastroenterólogo.
Fuente: Instituto Nacional del Cáncer (INC) / Ministerio de Salud de la Nación.